La aerolínea brasileña Azul (AZUL.N) ha alcanzado con éxito un acuerdo crucial con sus tenedores de bonos para asegurar financiamiento adicional de hasta $500 millones, marcando un paso significativo en sus esfuerzos de reestructuración en curso destinados a aliviar las preocupaciones del mercado sobre su deuda. Este desarrollo se produce mientras la aerolínea busca fortalecer su posición financiera y evitar los problemas que han afectado a varias aerolíneas latinoamericanas tras la pandemia de COVID-19.
Las acciones de Azul se dispararon más del 10% en la bolsa de São Paulo tras el anuncio, posicionándose como uno de los principales ganadores en el índice Bovespa, que aumentó un 0,8%. El acuerdo ha sido ampliamente visto como un indicador positivo, especialmente porque mitiga los temores de un posible proceso de quiebra bajo el Capítulo 11. Los analistas de Bradesco BBI señalaron que los términos del acuerdo podrían conducir a una reacción favorable del mercado.
Como parte del acuerdo, Azul recibirá $150 millones esta semana, con otros $250 millones esperados para finales de año. Este financiamiento es crítico para el reciente acuerdo de Azul con sus arrendadores para eliminar casi $550 millones en obligaciones a cambio de una participación del 20% en la aerolínea.
El Director Ejecutivo John Rodgerson destacó que el acuerdo no solo proporciona liquidez inmediata, sino que también abre la puerta a una rápida reducción de la deuda de la empresa. Azul tiene como objetivo mejorar su flujo de caja mediante negociaciones para reducir costos, lo que podría incluir un posible canje de deuda por capital de hasta $800 millones si su flujo de caja mejora.
La aerolínea ha logrado avances significativos en la renegociación de sus compromisos, abordando con éxito el 98% de sus obligaciones con arrendadores y fabricantes. Con estos desarrollos, Azul se está posicionando para un futuro más resiliente en la competitiva industria aérea de Brasil.