La compañía Toyota Motor anunció que suspenderá los envíos de algunos modelos, incluyendo la camioneta Hilux y el todoterreno Land Cruiser 300, después de descubrir irregularidades en las pruebas de certificación de motores diésel desarrollados por su subsidiaria Toyota Industries.
Un comité especial de investigación encontró irregularidades en las pruebas de potencia de tres modelos de motores diésel. Toyota afirmó que diez modelos en todo el mundo utilizan los motores afectados, incluyendo la camioneta Hiace Van, la SUV fortuner, el vehículo multipropósito Innova y el SUV de lujo Lexus LX500D.
Toyota, la compañía automotriz más grande del mundo en términos de ventas, también está abordando por separado el problema de comportamiento indebido relacionado con las pruebas de seguridad de colisiones ficticias en el fabricante de autos compactos Daihatsu.
La compañía dijo que buscará explicar el asunto con precisión a las autoridades y tomará medidas, como realizar pruebas de certificación del nuevo motor en presencia de las autoridades reguladoras según sea necesario.
Koichi Ito, presidente de Toyota Industries, dijo en una conferencia de prensa: «Hubo una falta de comunicación con Toyota Motor y no había suficiente coordinación sobre las pruebas y procedimientos que se debían seguir». Toyota Industries dijo: «Vendió alrededor de 84,000 motores diésel para vehículos afectados durante el año fiscal que finalizó el 31 de marzo de 2023».
Koji Sato, CEO de Toyota, dijo a los periodistas más tarde el lunes: «La compañía utiliza 36,000 modelos de motores afectados en todo el mundo cada mes, lo que equivale a 432,000 unidades al año».
Un portavoz de Toyota no pudo especificar la cantidad de automóviles dañados que la compañía automotriz ha vendido a lo largo de los años. En Japón, la interrupción del envío afectó la producción en seis líneas de cuatro fábricas. La compañía dijo: «Se ha confirmado que los motores y vehículos dañados cumplen con los estándares de rendimiento del motor».
También agregó que la investigación encontró que las unidades de control electrónico utilizadas durante las pruebas de potencia no eran las mismas que las utilizadas durante la producción del motor.
El Ministerio de Transporte de Japón dijo que realizará una investigación en el sitio de la fábrica de Hikinan, propiedad de Toyota Industries, en la prefectura de Aichi, en el centro del país, donde la compañía fabrica motores para automóviles e industriales.
La investigación de Toyota se centró inicialmente en las regulaciones de emisiones de motores de montacargas y maquinaria de construcción, en las que el comité de investigación también confirmó violaciones.
La compañía posee aproximadamente el 25% de las acciones de Toyota Industries, una de las principales compañías del grupo Toyota. A su vez, el proveedor posee alrededor del 8% de las acciones de Toyota.
Las acciones de Toyota Industries cayeron a territorio negativo poco después de la noticia y cerraron con una caída del 4%. Las acciones de Toyota Motor cerraron al alza en un 3.1%.