Noruega dijo que donaría $50 millones adicionales al Fondo Amazónico de Brasil para promover la conservación del área de selva tropical en la primera nueva donación al país del norte de Europa desde que el ex presidente derechista Jair Bolsonaro congeló el fondo en 2019.
Brasil y Noruega anunciaron la donación en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima en Dubai. La deforestación es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil.
En su primer acto como nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva reabrió el Fondo Amazónico para proteger la selva más grande del mundo, pero el Fondo solo podría recibir contribuciones después de que Brasil haya reducido el declive forestal. Bajo Bolsonaro, la destrucción forestal alcanzó un máximo de 15 años.
Lula ha promovido audazmente la aplicación de leyes ambientales desde que asumió el cargo; Esto ha reducido las tasas de deforestación.
El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil dijo en un comunicado que Noruega había hecho la donación en reconocimiento de la baja tasa de deforestación en aproximadamente un 50% durante los primeros 11 meses del gobierno de Lula.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo: «Brasil está comprometido a poner fin a la deforestación para 2030 y el apoyo de Noruega es esencial.»
El gobierno de Bolsonaro cerró el Fondo Amazonas, citando irregularidades no especificadas con las ONG concesionarias y no proporcionar pruebas.
Hasta la fecha, Noruega es el mayor donante del Fondo, pues antes de su congelación aportó unos 3.000 millones de reales (606,13 millones de dólares).
Desde que el Gobierno de Lula llegó al poder, donantes como los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, la Unión Europea y Suiza han prometido 4.000 millones de reales adicionales (aproximadamente 810 millones de dólares) al Fondo.