América Latina ha enfrentado durante mucho tiempo desafíos económicos y políticos; La rápida expansión ha obstaculizado la gran zona montañosa y muchos desastres naturales; Las políticas neoliberales han fortalecido el clima económico de la región, lo que ha llevado a un aumento de la inversión internacional.
La situación ha mejorado en los últimos 10 años con la introducción de las comunicaciones móviles, creando un terreno fértil para el desarrollo financiero y técnico de la región. El sistema bancario de América Latina está fuertemente regulado, con enormes tarifas de transacción y largos procedimientos de apertura de cuentas. Con cinco instituciones que controlan el 90% de los activos totales.
La epidemia ha tenido un impacto significativo en los servicios financieros globales en América Latina; en lugar de visitar sucursales bancarias reales, muchos consumidores han examinado productos y aplicaciones financieras innovadoras.
Muchas empresas que se basaban en el tráfico a pie comenzaron a ofrecer compras en línea, aceptando pagos con tarjetas de crédito e integrándose con plataformas digitales.
• La actividad de Fintech en la región se expande, de 44 millones de dólares estadounidense en 2013, el financiamiento fintech aumentó a 2.100 millones de dólares estadounidense en 2019. En el primer semestre de 2020, fintech en América Latina recaudó casi 525 millones de dólares.
- En 2018 se identificaron 1.166 startups de fintech en 18 países latinoamericanos.
Brasil
• El país más poblado de América Latina, y es el mayor mercado fintech, tiene una tasa de penetración de Internet de casi el 70% con más de 750 empresas, en comparación con alrededor del 87% en Europa occidental y Estados Unidos. - El análisis de las inversiones en fintech en la región reveló que los inversores son particularmente optimistas sobre las perspectivas de la industria brasileña, con estadísticas de la plataforma colombiana Fintech Hub que revelan que las empresas brasileñas recibieron más del 66% de la financiación fintech en 2020.
México
• En 2018, México se convirtió en el primer país de América Latina en establecer un marco jurídico dedicado a la tecnología financiera. La legislación rige dos categorías de fintech: instituciones de crowdfunding
Instituciones financieras y pago electrónico, así como criptomonedas, servicios bancarios abiertos y el Fondo de Protección Regulatoria.
• México, al igual que Brasil y otras economías emergentes, tiene un gran número de jóvenes tecnólogos que no tienen acceso a los servicios bancarios y financieros tradicionales y están dispuestos a adoptar productos y servicios financieros digitales primero. Un entorno regulatorio favorable y una buena demografía han creado una gran base para que las startups fintech prosperen.