Los gestores de fondos de cobertura en Brasil han intensificado su postura pesimista sobre los activos locales, particularmente en el mercado de tasas de interés del país, a medida que aumentan las preocupaciones sobre las políticas fiscales y los niveles crecientes de deuda. Jugadores clave como Verde Asset Management, Kapitalo Investimentos e Ibiuna Investimentos, que en conjunto gestionan alrededor de 12.000 millones de dólares en activos, han abierto recientemente posiciones que se benefician del aumento de los futuros de tasas de interés, según notas a inversores revisadas por Bloomberg.
Verde, uno de los fondos de cobertura más respetados de Brasil, conocido por sus sólidos rendimientos históricos, y otros han adoptado un enfoque defensivo. Han reducido la exposición a las acciones locales, citando «fundamentos preocupantes», y se han centrado en estrategias que cubren contra el aumento de las tasas de interés. Este movimiento subraya la creciente creencia de que los desafíos económicos de Brasil superan los posibles beneficios del alivio monetario global, particularmente en los EE. UU.
«Brasil ha vuelto a un pasado no tan lejano, cuando políticas fiscales demasiado expansivas requerían una postura monetaria más estricta», afirmó Ibiuna, una firma con sede en São Paulo dirigida por los exfuncionarios del banco central Rodrigo Azevedo y Mario Toros, en una carta a sus clientes. La firma expresó escepticismo sobre la capacidad de Brasil para capitalizar el esperado giro de la Reserva Federal de EE. UU. hacia una política monetaria más flexible, destacando los riesgos fiscales como un obstáculo clave.
El déficit presupuestario de Brasil ha crecido hasta aproximadamente el 10% de su producto interno bruto (PIB), una cifra que ha generado alarma entre los inversores. La administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha optado por medidas para generar ingresos en lugar de reducir el gasto para cumplir con sus objetivos fiscales. Este enfoque ha aumentado las preocupaciones sobre la sostenibilidad de las políticas económicas de Brasil, lo que ha llevado a los gestores de fondos de cobertura a prepararse para una mayor volatilidad en el mercado.
Se espera que los responsables de la política monetaria en Brasil aumenten la tasa de referencia Selic en 25 puntos básicos en su próxima reunión, en línea con un movimiento similar esperado por la Reserva Federal de EE. UU. Si bien algunos analistas, incluidos los de Morgan Stanley, argumentan que el diferencial de tasas entre Brasil y EE. UU. podría fortalecer al real brasileño, los gestores de fondos locales no están convencidos. Verde, por ejemplo, ha reducido su exposición a las acciones brasileñas al nivel más bajo desde 2016, aprovechando un reciente repunte del mercado para vender activos y construir coberturas adicionales.
A pesar de una racha de cuatro meses de ganancias para los fondos de cobertura brasileños, con el Índice IHFA subiendo un 0,8% en agosto, los fondos han tenido un rendimiento significativamente inferior al de la tasa de referencia CDI del país, que registró un aumento del 0,9% el mes pasado y una ganancia del 7,4% en lo que va del año. Este bajo rendimiento refleja la postura cautelosa adoptada por muchos gestores de fondos locales, que siguen siendo cautelosos sobre el panorama fiscal de Brasil y su posible impacto tanto en los activos locales como en la moneda.
La creciente desconexión entre los fundamentos económicos de Brasil y las condiciones monetarias globales probablemente seguirá moldeando las estrategias de los fondos de cobertura locales. Para muchos, incluido Verde, los riesgos asociados con las políticas fiscales de Brasil superan con creces el posible beneficio de condiciones externas favorables, lo que lleva a una preferencia sostenida por posiciones defensivas en los próximos meses.
El análisis de Bloomberg destaca que, a medida que Brasil navega por su complejo panorama fiscal, los inversores podrían ver una mayor divergencia entre las dinámicas del mercado global y local. El enfoque cauteloso de estos gestores de fondos de cobertura señala una preocupación más amplia de que el futuro económico de Brasil sigue siendo frágil en medio de los continuos desafíos fiscales y monetarios.