Los agricultores argentinos se preparan para aumentar la siembra de soja en la próxima temporada 2024/25, impulsados por los desafíos en la producción de maíz y las condiciones climáticas favorables para la soja. Este cambio marca una transformación significativa en el panorama agrícola del país, lo que podría llevar a la mayor expansión en el cultivo de soja en más de una década.
En los últimos años, el maíz ha competido cada vez más con la soja por espacio de siembra en Argentina, el principal exportador mundial de harina y aceite de soja procesados. Sin embargo, la cosecha de maíz de la última temporada se vio gravemente afectada por una devastadora plaga de chicharritas, que provocó pérdidas significativas en los cultivos. Con la preocupación de que la infestación de insectos pueda regresar, los agricultores están optando por reducir el área dedicada al maíz en un estimado de 2 millones de hectáreas (4,9 millones de acres). Gran parte de esta tierra se espera que se replante con soja.
Cristian Russo, jefe de estimaciones agrícolas en la Bolsa de Comercio de Rosario, indicó que este cambio podría aumentar significativamente el área de siembra de soja. El año pasado, la soja se sembró en 16,8 millones de hectáreas, pero es probable que esta cifra aumente a medida que los agricultores reevalúan sus estrategias de cultivo.
Los agricultores en las provincias del norte, incluyendo Chaco y Santiago del Estero, lideran esta tendencia. Aníbal Córdoba, miembro de un grupo de productores en estas regiones, señaló que su grupo planea reducir la siembra de maíz al 20-25% de su tierra, con la soja ocupando el espacio restante. Este ajuste refleja un movimiento más amplio entre los agricultores argentinos para mitigar los riesgos asociados con el maíz.
El movimiento hacia la soja también se ve favorecido por los pronósticos meteorológicos que predicen condiciones más secas a principios de septiembre, seguidas de una mejora en las lluvias en octubre, justo a tiempo para la temporada de siembra de soja. Los niveles de humedad del suelo en áreas clave de cultivo siguen siendo bajos, lo que hace que la soja sea una opción más atractiva y viable.
A medida que Argentina se prepara para este cambio significativo, el mercado global de la soja podría ver un aumento en los suministros, lo que podría influir en los precios que ya están moderados. La expansión en la siembra de soja podría ser la más grande desde 2012, subrayando el impacto de los factores ambientales y económicos en las decisiones agrícolas.