La eliminación de los subsidios para el transporte y la energía, el aumento significativo de las tarifas de los planes de salud prepagos, la alta inflación y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo están afectando duramente a la clase media argentina. A corto plazo, esto está aumentando el número de personas que ya viven por debajo de la línea de pobreza, que actualmente representa el 47 por ciento de la población.
«Los nuevos pobres son sectores de clase media, principalmente de la clase baja media, que se ven afectados por la austeridad debido al deterioro de los ingresos reales de sus hogares», afirmó Juan Ignacio Bonfiglio, investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA) especializado en condiciones de vida y vivienda, en una entrevista.
La institución evalúa el nivel de vida, considerando el acceso a derechos como vivienda digna, servicios domésticos, educación, alimentación y salud.
De acuerdo con los últimos datos de la oficina de estadísticas del Ayuntamiento, una familia estándar de cuatro personas necesita ganar más de 745,270.73 pesos al mes para considerarse de clase media, siempre y cuando la familia sea dueña de su lugar de residencia. Los precios promedio de alquiler aumentaron un 260 por ciento en 2023 (incluyendo un 18.6 por ciento el mes pasado), una cifra muy por encima de la tasa de inflación anual del 211.4 por ciento.
Las asociaciones de inquilinos denuncian que, a pesar del aumento potencial en la oferta de unidades de vivienda tras la derogación de la Ley de Alquileres por parte del gobierno, la posibilidad de acordar contratos sin períodos mínimos ni depósitos de seguridad está perjudicando aún más a aquellos que necesitan alquilar vivienda.
Un apartamento de dos habitaciones tiene un promedio mensual de 334.800 pesos y un apartamento de tres habitaciones 460.000 pesos.
Otro golpe a los bolsillos de la clase media es la eliminación de los subsidios en las facturas de electricidad y gas. Después de una audiencia pública para determinar la facturación del gas, el gobierno anunció una reducción de los subsidios para enero, febrero y marzo. Según los cálculos de la consultora Economía y Energía, la clase media sufrirá aumentos superiores al 600 por ciento entre enero y abril en este servicio.
Después del decreto de emergencia 70/2023 del Presidente Javier Milei, los esquemas de atención médica prepagada anunciaron aumentos que superan el 80 por ciento para los primeros dos meses de este año. Además, los medicamentos se adelantaron a la inflación, triplicando sus precios en los últimos 12 meses.
El consumo de alimentos, con aumentos posteriores a la devaluación de hasta un 150 por ciento para algunos productos durante el primer mes, disminuyó considerablemente el mes pasado en general. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la asociación de minoristas, las ventas del mes pasado mostraron una caída general del 13.7 por ciento en comparación con diciembre anterior, mientras que la disminución interanual de las ventas de alimentos y bebidas fue preocupante, alcanzando un 19.8 por ciento.
«Podemos esperar que todas estas medidas que estamos presenciando impacten a los sectores de clase media durante este año, al menos en gran medida. La reducción o retiro de subsidios y la pérdida de salarios reales como consecuencia de la inflación,» continuó Bonfiglio.
«También hay otros aspectos que desconocemos a medio o largo plazo pero que probablemente afectarán las condiciones de la clase media, que han sufrido un golpe en los últimos años. Los sectores de clase media son la explicación del incremento de la pobreza en los últimos cuatro o cinco años», afirmó.
El investigador estimó: «Probablemente en los próximos años estas dinámicas seguirán conduciendo a un aumento de la pobreza, probablemente la indigencia, pero sin duda alguna, la pobreza por encima de ese nivel».
El Observatorio de la Deuda Social de UCA también mide el nivel de vida, que comprende el acceso a la educación. Para el comienzo del año escolar, las diferentes cámaras que agrupan a las escuelas privadas anticipan aumentos entre el 30 y el 50 por ciento.
Según pronostica la consultora Ecolatina, con todo esto, la inflación mensual promediará alrededor del 20 por ciento entre diciembre y marzo, lo cual, estiman, reducirá los salarios reales en aproximadamente un 10 por ciento durante ese período.
Este otoño, además de la reducción de las tasas de interés para los depósitos a plazo fijo y la no posibilidad de realizar retiros de los depósitos en UVAs destinados a hipotecas durante los próximos seis meses en lugar de tres, también se profundiza la capacidad reducida de ahorro de la clase media, ya una tendencia en meses anteriores.
“Cada nueva crisis con una desestabilización importante de las variables macroeconómicas impacta las condiciones de vida. Lo que hemos estado observando es que cada una de estas crisis marca nuevos niveles mínimos para la pobreza y la miseria,” afirmó Bonfiglio.
Aunque, según el experto, generalmente se observa «un proceso de recuperación y mejoramiento de las condiciones de vida» después de cada crisis. El problema es «que el rebote es a un nivel peor que antes de la crisis; esto no es inevitable, pero son las dinámicas que se repiten en las últimas décadas en Argentina», concluyó.
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