La inflación aumentó en todo Estados Unidos el mes pasado, coincidiendo con el énfasis de Joe Biden en la economía como tema central en su candidatura a la reelección.
En febrero, el índice de precios al consumo aumentó a una tasa anual del 3,2%, un ligero repunte con respecto al 3,1% del mes anterior.
Las expectativas entre los economistas se fijaron en 3,1%, pero la lectura real superó esta proyección. La Reserva Federal pretende frenar la inflación hasta un objetivo del 2%.
Los datos mensuales de febrero mostraron un aumento del 0,4% en el índice, también un ligero aumento con respecto al 0,3% reportado el mes anterior.
El índice subyacente de precios al consumidor, excluyendo los costos volátiles de los alimentos y la energía, cayó del 3,9% en enero al 3,8% el mes pasado, lo que indica una tendencia matizada.
Esta cifra está preparada para desafiar la confianza en la postura de la Reserva Federal de aumentar agresivamente las tasas de interés para contrarrestar la inflación, ya que hay especulaciones sobre posibles recortes de tasas.
El aumento de los índices generales de inflación fue impulsado por aumentos en los costos de vivienda, como el alquiler, las tarifas aéreas, los seguros de vehículos de motor y los precios de la ropa, según informó el martes el departamento de trabajo.
Por el contrario, los precios de algunos productos alimenticios experimentaron una disminución, en particular los productos lácteos y las frutas y verduras.
A pesar de la afirmación del presidente Biden durante su reciente discurso sobre el Estado de la Unión de que la economía estadounidense es la «envidia del mundo», muchos estadounidenses continúan lidiando con tensiones económicas.
Si bien la inflación ha disminuido significativamente desde que alcanzó su máximo del 9,1% hace casi dos años, las finanzas de los hogares siguen siendo difíciles.
Inicialmente, surgieron preocupaciones sobre una posible recesión cuando la Reserva Federal comenzó a subir las tasas para moderar la inflación. Sin embargo, la economía ha demostrado resiliencia y la administración sigue siendo optimista en cuanto a evitar una recesión.
El presidente Biden aseguró al Congreso el jueves pasado que el ajuste económico sería suave y afirmó: «El aterrizaje es y será suave. Lleva tiempo, pero el pueblo estadounidense está empezando a sentirlo. Los estudios de los consumidores muestran que la confianza de los consumidores está aumentando».
En medio de este panorama económico, Donald Trump, que aspira a regresar a la presidencia en noviembre, ha criticado el manejo de la inflación por parte de Biden, atribuyéndolo a «matar a Estados Unidos».