Apenas el pasado 4 de abril concluyó la Oferta Pública de Adquisición de Nutresa, marcando el fin de un proceso de negociación que duró tres años y que resultó en que el Grupo Gilinski adquiriera el 99,3% de la multilatina. Con la nueva propiedad, Nutresa anunció el 27 de mayo que había recibido interés de varias multinacionales importantes interesadas en adquirir segmentos relevantes de la empresa.
Si bien las marcas y ofertas específicas aún están en revisión, se sabe que las propuestas están siendo analizadas a través de consultoría externa. Este proceso toma en cuenta los intereses de los accionistas, las regiones y los sectores donde opera Nutresa.
El caso Nutresa guarda similitudes con otra adquisición histórica: la compra de RJR Nabisco por Kohlberg Kravis Roberts & Co (KKR) en 1988. Esta adquisición, valorada en 24.700 millones de dólares, fue una de las movidas comerciales más significativas y costosas de la década de 1980. A lo largo de los años, Nabisco ha cambiado de manos varias veces, con una transacción notable en 2011 que se asemeja a la situación actual de Nutresa. Diego Alejandro Sánchez, analista de renta variable de Grupo Alianza, destacó esta similitud y señaló que la escisión de Nabisco resultó en que Mondelēz tomara el control.
Mondelēz, conocida por sus galletas, chicles y chocolates, ejecutó una separación estratégica de los segmentos comerciales de Nabisco. Este es un modelo que Nutresa pretende emular. El plan implica separar diferentes partes del portafolio de negocios de Nutresa y eventualmente fusionarlas con empresas que operan en sectores similares.
Respecto a las negociaciones en curso, Sánchez explicó que el modelo de negocio de Nutresa como conglomerado productor de diversos tipos de alimentos atrae inversionistas interesados en segmentos específicos. Estos inversionistas creen que la integración de los segmentos de Nutresa en sus propias operaciones generará eficiencias operativas, financieras y de marca. Así, se considera la venta de segmentos de Nutresa en partes.
El valor de los segmentos de Nutresa dependerá de las ofertas y del interés en sus distintas líneas de negocio. Según Sánchez, este enfoque de venta segmentada supone una ventaja para los compradores: pueden adquirir sólo las partes de la empresa que les interesen sin hacerse cargo de toda la entidad. Esta estrategia podría generar potencialmente más ingresos para Gilinski y sus socios árabes que vender toda la empresa como una sola unidad.