La directora de comunicaciones del Fondo Monetario Internacional, Julie Cusack, destacó que Argentina necesitaba un «banco central fuerte y creíble.»
Su declaración llegó tres días antes de que Javier Miley asumiera el cargo de presidente de Argentina, después de que prometiera abolir el banco central.
Se preguntó a Cusack si el Fondo tenía dudas sobre la independencia del banco central, dado que el gobernador designado por Miley estaba cerca del próximo ministro de Economía, Lewis Caputo.