Los dirigentes de la Unión Europea y sus homólogos de América Latina y el Caribe trataron de reavivar las relaciones entre las dos partes durante una reciente cumbre de dos días.
La cumbre se centró en los acuerdos comerciales y las inversiones, pero los 60 Estados participantes no estuvieron de acuerdo en una condena colectiva de la guerra de Rusia en Ucrania.
La cumbre organizada por la capital belga, Bruselas, fue la tercera de este tipo, la primera en ocho años, y se produjo en un momento en que la Unión Europea estaba tratando de cambiar de Rusia y China, como socios comerciales, y diversificar las fuentes de suministro del bloque.
Durante la cumbre de la semana pasada, varios líderes se comprometieron a finalizar el acuerdo de libre comercio entre Unión Europea y Mercsur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) para finales de año, a pesar de las preocupaciones sobre la protección del medio ambiente y la competencia desleal.
Bruselas es consciente de las materias primas críticas que se encuentran naturalmente en América Latina, que tienen una demanda creciente por parte de la Unión Europea.
Al mismo tiempo, el presidente brasileño Luiz Inacio da la Silva destacó la importancia de la contratación pública en la Convención entre el Mercosur y la Unión Europea. «El acuerdo equilibrado entre Mercsur y Unión Europea, que tenemos la intención de finalizar este año, abrirá nuevas perspectivas,» Lula explicó.