Las elecciones presidenciales argentinas se desarrollan en medio de una desaceleración económica y una alta inflación, que ha alcanzado niveles récord en las últimas tres décadas, así como altas tasas de pobreza y pobreza extrema. ¿Habrá una solución a la crisis económica del país en tiempos de cambio de régimen?
El PIB del país cayó un 2,8% en el segundo trimestre, lo que indica una fuerte desaceleración económica, según los últimos registros oficiales.
Los hogares se enfrentan a una pérdida constante de poder adquisitivo debido a un aumento espectacular del índice de precios al consumidor. Según el INDEC, la tasa subió al 138% en septiembre, frente al 88% de hace un año.
Esta situación se refleja en los altos precios de bienes y servicios como la ropa, el ocio, la cultura y los alimentos.
El analista económico y consultor Juan Carlos Juárez dice que uno de los primeros retos es repensar el comercio exterior y aumentar la competitividad.
El nuevo gobierno se enfrentará a un pequeño desafío: la inflación está aumentando y los salarios están cayendo constantemente, y las cifras oficiales muestran que la tasa de pobreza superó el 40% de la población en el primer semestre del año. Se estima que aproximadamente 3 millones de familias son pobres en las zonas urbanas.