El Salvador está llamando la atención con su reciente anuncio dirigido a reducir los costos de endeudamiento mientras promueve iniciativas de sostenibilidad. Los bonos del país experimentaron un rally significativo el lunes, con notas que vencen en 2041 subiendo 2.8 centavos a 85.9 centavos por dólar, el valor más alto en más de tres años, según los datos de precios indicativos de Bloomberg.
En un comunicado emitido el viernes por la noche, el gobierno salvadoreño reveló planes para iniciar un intercambio de deuda que involucra nueve transacciones denominadas en dólares. Si tiene éxito, el país emitirá nuevos bonos respaldados por una entidad de propósito especial, financiada a través de un préstamo de JPMorgan Chase & Co. El gobierno enfatizó que este movimiento es parte de una estrategia de refinanciamiento más amplia diseñada para lograr ahorros de costos y apoyar esfuerzos de conservación, aunque no se han detallado proyectos específicos.
Este enfoque está alineado con la tendencia emergente de los intercambios de deuda por naturaleza, donde parte de la deuda existente de un país se refinancia con bonos recién emitidos a condiciones más favorables. Una parte de los ahorros de esta refinanciación se dirige a proyectos de conservación ambiental y sostenibilidad. Mecanismos de este tipo están siendo adoptados cada vez más por naciones de mercados emergentes que enfrentan altos costos de financiamiento, con Ecuador y Barbados también explorando acuerdos similares.
El proceso de oferta actual cerrará el 10 de octubre, y el tamaño de la transacción se anunciará el 15 de octubre. Esta estrategia sigue a una reciente mejora de la calificación crediticia soberana de El Salvador por parte de Moody’s, que mejoró en dos niveles a Caa1, lo que indica un optimismo cauteloso sobre las perspectivas económicas del país.
Los analistas del mercado han señalado que la oferta de la licitación parece atractiva, ya que El Salvador está dispuesto a pagar una prima en todas las referencias licitadas. Con la tendencia global hacia el financiamiento sostenible, la iniciativa de El Salvador no solo busca aliviar sus cargas financieras, sino que también se alinea con objetivos ambientales más amplios.