El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha restado importancia a los recientes comentarios del director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, sobre la pausa de los planes para una nueva gigafábrica en México. Musk citó posibles fuertes aranceles sobre los automóviles fabricados en México por parte de una futura administración Trump como una razón para reconsiderar la inversión. López Obrador descartó las preocupaciones de Musk como retórica de campaña y enfatizó los beneficios económicos de la manufactura en México.
Durante una conferencia de prensa, López Obrador afirmó que los comentarios de Musk «no eran serios» y los atribuyó a la retórica intensificada típica de las campañas presidenciales estadounidenses. «Durante las campañas hay mucha pasión, mucha retórica, se habla demasiado. Una vez pasadas las elecciones el tono debería cambiar», afirmó. Expresó confianza en que el tono cambiaría después de las elecciones y criticó la viabilidad de trasladar la producción de vehículos por completo a Estados Unidos debido a los mayores costos de producción. El mandatario destacó que los consumidores estadounidenses ahorran significativamente al comprar vehículos fabricados en México, con ahorros que oscilan entre $10,000 y $15,000 por auto.
López Obrador también sugirió que empresas como Tesla a menudo participan en actividades especulativas para impulsar los precios de sus acciones en lugar de centrarse únicamente en la producción. «Estas empresas muchas veces no producen, sino que especulan. Publican noticias y les va muy bien en las bolsas, aumentan el precio de sus acciones y la producción pasa a un segundo plano», observó. Aseguró que el estado mexicano de Nuevo León, donde se ubicará la gigafábrica planificada de Tesla, ha estado preparando diligentemente la infraestructura necesaria y no ha recibido ninguna notificación formal de cancelación por parte de Tesla.
El gobierno de Nuevo León confirmó su disposición para la llegada de Tesla y señaló que muchos proveedores ya están invirtiendo y produciendo en el estado. Esta situación subraya la importancia de una comunicación clara y comprometida entre los inversores internacionales y los gobiernos nacionales para evitar la incertidumbre y mantener relaciones económicas estables.