El peso colombiano continuó su caída el martes, convirtiéndose en la moneda con peor rendimiento entre los mercados emergentes por segundo día consecutivo. La moneda cayó un 1.2%, acumulando una pérdida total del 2.8% en lo que va de la semana, impulsada por las expectativas de recortes más rápidos en las tasas de interés por parte del banco central del país.
La caída ocurrió tras la publicación de los datos de inflación del viernes, que mostraron una desaceleración más pronunciada de lo esperado, con una inflación anual cayendo al 6.12%, por debajo de las previsiones de todos los 23 analistas encuestados por Bloomberg. Este dato de inflación más débil ha alimentado la especulación de que el Banco Central de Colombia podría acelerar los recortes de tasas para estimular la economía, lo que reduce el atractivo del peso para los inversionistas internacionales, en particular los operadores de carry trade que se benefician de las diferencias de tasas de interés.
“La cifra de inflación fue un factor clave que llevó a los inversionistas internacionales a ajustar su postura sobre el peso, debido a la probabilidad de recortes de tasas más agresivos”, dijo José Joaquín Prieto Jaramillo, jefe de negocios de BTG Pactual.
Los analistas de BBVA pronostican que el banco central podría optar por un recorte de 75 puntos básicos en su próxima reunión del 30 de septiembre, frente a las reducciones de 50 puntos básicos observadas en los últimos meses. El Banco Central de Colombia ya ha reducido las tasas de interés del 13.25% al 10.75% desde diciembre, mientras los responsables de la política monetaria intentan equilibrar el control de la inflación con el crecimiento económico.
El presidente Gustavo Petro ha respaldado los llamados a una relajación monetaria más agresiva, argumentando que no hay justificación para retrasar más los recortes de tasas, dado el enfriamiento de la inflación. La decisión del banco central a finales de este mes será muy observada, ya que nuevos recortes podrían continuar ejerciendo presión sobre el peso.
Con los inversionistas globales en busca de rendimientos más altos, la posibilidad de recortes de tasas más profundos está haciendo que el peso sea menos atractivo, lo que plantea interrogantes sobre las perspectivas económicas generales para Colombia.