El jefe del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, ha expresado su preocupación por un importante desanclaje de las expectativas de inflación, enfatizando la importancia de devolver la inflación al objetivo del 3%. En un evento de la Asociación de Inversiones 20-20 el lunes, Campos Neto destacó el compromiso del banco central para restablecer la estabilidad de precios en medio de crecientes presiones inflacionarias.
Según Campos Neto, los precios al consumidor se habían estado alineando gradualmente con el objetivo de inflación del banco central, pero recientemente se han estancado. Tanto las encuestas de mercado como las corporativas indican que las expectativas de inflación se están alejando del objetivo, una tendencia reflejada también en los precios del mercado. Para contrarrestar esto, el banco central inició una subida de tipos de interés de 25 puntos básicos, llevando la tasa al 10,75% el mes pasado. Campos Neto reafirmó que el banco central sigue comprometido a hacer que la inflación converja con el objetivo oficial, calificándolo como una misión clave impulsada por la política gubernamental.
La próxima reunión de política monetaria del banco central en noviembre podría traer un endurecimiento adicional, con indicadores de mercado que señalan una posible subida de tipos de 50 puntos básicos. Campos Neto subrayó la importancia de monitorear de cerca la inflación de los servicios, especialmente dado el apretado mercado laboral de Brasil.
A pesar de los altos costos de endeudamiento, el mercado laboral de Brasil se ha mantenido resistente, lo cual Campos Neto describió como un «rompecabezas». Atribuyó parte de esta fortaleza al estímulo fiscal, pero también señaló que las reformas estructurales realizadas en los últimos cinco a diez años han sido clave para el crecimiento económico inesperado de Brasil.
Aunque existe una creciente preocupación sobre el impacto de las políticas fiscales, Campos Neto cree que la fortaleza subyacente de la economía proviene tanto de factores fiscales como de cambios estructurales a largo plazo, que han impulsado el rendimiento económico de Brasil.
A medida que Brasil enfrenta desafíos inflacionarios, las acciones del banco central en los próximos meses serán cruciales para dirigir la economía hacia la estabilidad.