El índice de riesgo país de Argentina, una medida crucial de la confianza de los inversores en la deuda de la nación, ha caído por debajo del umbral significativo de los 1,000 puntos básicos por primera vez en cuatro años, reflejando un aumento en el optimismo tras las reformas económicas del presidente Javier Milei. El índice de riesgo de J.P. Morgan disminuyó aproximadamente 53 puntos, situándose en 984, mientras que los bonos soberanos experimentaron un aumento del 1%, marcando la continuación del rally que ha tenido lugar desde que Milei asumió el cargo en diciembre.
Bajo el liderazgo de Milei, el gobierno argentino ha implementado recortes sustanciales en el gasto estatal y ha buscado corregir un persistente déficit fiscal, al tiempo que se esfuerza por reconstruir sus reservas extranjeras. Estas medidas, junto con los esfuerzos por controlar la inflación desmedida, han resonado positivamente entre los inversores, incluso cuando la nación lidia con una grave recesión y tasas crecientes de pobreza.
Los analistas locales han observado una notable recuperación tanto en los bonos como en las acciones, con el índice de acciones S&P Merval alcanzando un máximo histórico. A medida que el sentimiento de los inversores se fortalece, las discusiones con prestamistas internacionales y bancos sugieren un posible camino hacia una mejor accesibilidad al crédito, lo que refuerza la capacidad de Argentina para cumplir con sus obligaciones de deuda y posiblemente señalando un lento retorno al crecimiento económico.