El gobierno de Perú ha aprobado un paquete de ayuda financiera de $1.75 mil millones para apoyar a Petroperú, la empresa petrolera estatal que enfrenta crecientes deudas y problemas de liquidez. El decreto de emergencia, anunciado el sábado, es la más reciente intervención destinada a evitar que la compañía colapse bajo su presión financiera.
El paquete de rescate incluye una línea de crédito a corto plazo de $1 mil millones y $750 millones en apoyo financiero temporal. Esta medida se produce después de que toda la junta directiva de Petroperú renunciara a principios de este mes, citando la crítica situación financiera de la empresa. El primer ministro Gustavo Adrianzen ha pedido «medidas drásticas» para estabilizar a la gigante petrolera, que es el principal proveedor de combustible del país. Ahora, el gobierno se encargará de supervisar las obligaciones financieras de Petroperú.
Una de las disposiciones clave del decreto transfiere los pagos de deuda de Petroperú al Ministerio de Economía y Finanzas. El ministerio asumirá la responsabilidad de los pagos de bonos y préstamos programados para la segunda mitad de 2024, incluyendo deudas internacionales y préstamos vinculados a la modernización de la Refinería de Talara. La empresa ha señalado que necesita al menos $2.5 mil millones para continuar sus operaciones.
El decreto también establece que los $800 millones en préstamos que Petroperú tomó del Banco de la Nación se convertirán en capital para la empresa petrolera. Además, se ha otorgado a Petroperú una extensión de su línea de crédito por $1 mil millones con el banco estatal.
Este es el segundo rescate financiero que Petroperú recibe este año, ya que la empresa sigue lidiando con altos niveles de deuda, gran parte de la cual proviene del retrasado y costoso proyecto de la Refinería de Talara. Aunque el apoyo del gobierno puede evitar la insolvencia inmediata, el futuro financiero de Petroperú sigue siendo incierto, con una presión continua sobre las finanzas nacionales del país.