En un cambio dramático, Gabriel Galipolo, el recién designado jefe del Banco Central de Brasil, ha emergido como un firme defensor contra la inflación, alterando la perspectiva previamente dovish sobre la política monetaria en la economía más grande de América Latina. Según un reciente informe de Bloomberg, la nueva postura de Galipolo ha sorprendido a los inversionistas e indica un posible aumento en las tasas de interés en el corto plazo.
Galipolo, quien está previsto para asumir el cargo oficialmente a principios del próximo año, inicialmente fue visto como un apoyo a la presión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para bajar las tasas de interés. Sin embargo, los recientes comentarios de Galipolo sugieren un cambio significativo. Hace solo unas semanas, enfatizó su compromiso para abordar la inflación e indicó que podría considerarse un aumento en las tasas. Esto ha llevado a especulaciones de que el Banco Central podría elevar las tasas tan pronto como este miércoles, coincidiendo con las esperadas reducciones en las tasas de la Reserva Federal destinadas a fortalecer la economía de EE.UU.
La transformación de Galipolo de una postura más dovish a una postura rigurosa contra la inflación ha levantado cejas. Como lo señaló Bloomberg, su reciente retórica y cambio de estrategia son sorprendentes dado su apoyo inicial a una política monetaria más laxa durante su mandato como director del Banco Central desde 2023, y como asesor del Ministro de Finanzas Fernando Haddad.
Economistas, incluyendo a Caio Megale de XP Investimentos, ahora predicen un ciclo de endurecimiento de hasta 125 puntos base comenzando esta semana. Este cambio se atribuye en parte a la insistencia de Galipolo en utilizar todas las herramientas disponibles para combatir la inflación, una postura que se desvía drásticamente de las predicciones anteriores.
Mientras Brasil enfrenta pronósticos de inflación que superan el objetivo del 3% del Banco Central y presiones crecientes por el gasto público, el nuevo enfoque de Galipolo podría jugar un papel crucial en la configuración del panorama económico del país. Los inversionistas y analistas estarán observando de cerca su próxima declaración ante el Senado el 8 de octubre para obtener más indicios sobre su dirección en la política monetaria.