El conflicto petrolero entre Venezuela y Guyana ha dado un giro peligroso que podría salirse de control, tras la amenaza emitida por Caracas a los desarrolladores de crudo que operan en la zona ubicada en las aguas territoriales en disputa entre los dos países.
Venezuela se destaca como uno de los países ricos en petróleo, pero las sanciones estadounidenses impuestas a Caracas han afectado negativamente la producción y comercialización, como resultado de la renuencia de las empresas internacionales a invertir y cooperar con ellas.
Guyana tiene reservas de petróleo de más de 10 mil millones de barriles en 12 áreas bajo las aguas del Mar Caribe que han sido exploradas hasta ahora.
En los últimos desarrollos en el conflicto petrolero entre Venezuela y Guyana, el primero le dio a la compañía estadounidense ExxonMobil (ExxonMobil) y otros productores de petróleo en alta mar un plazo de 90 días para detener sus operaciones en las aguas en disputa frente a las costas de Guyana, según el sitio web de Argus media especializado en asuntos energéticos.
Esta amenaza se produce en el marco de los esfuerzos del presidente venezolano Nicolás Maduro por apoderarse de la región del Esequibo al oeste de Guyana, que ha sido disputada durante más de medio siglo, y a esta amenaza le sigue una intensificación de la presencia militar venezolana en la frontera que separa los dos países.
Maduro ha publicado un nuevo mapa que muestra al Esequibo rico en petróleo, bajo la administración de la vecina Guyana, como un nuevo estado venezolano, y Maduro también planea imprimir tarjetas de identidad venezolanas para los residentes actuales de la región.