La Autoridad del Canal de Panamá tiene la intención de restringir el tráfico en el curso de agua durante un año, una medida que plantea una nueva amenaza para el comercio internacional y las cadenas mundiales de suministro que apenas han recuperado parte de su equilibrio tras la pandemia del coronavirus.
El Canal de Panamá es un importante enlace comercial para las compañías navieras estadounidenses con destino a los puertos de la costa este. Estados Unidos es el mayor usuario del Canal de Panamá, representando alrededor del 73% del tráfico del Canal de Panamá. El 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos pasa por el canal cada año, lo que equivale a 270 mil millones de dólares en mercancías.
El Canal de Panamá ha estado imponiendo medidas durante semanas para restringir la entrada de buques debido a la sequía, lo que ha resultado en el bajo nivel de agua necesario para operar este corredor vital del comercio marítimo Atlántico-Pacífico.
El Canal sufre de una falta de agua de lluvia para transportar barcos a través de una serie de enormes puertas que sirven como elevadores de agua que permiten a los buques de ambos lados del Pacífico y el Atlántico para ser elevado al nivel del Canal o relegado al nivel del mar.
Desde el 30 de julio, la Autoridad del Canal, a través de la cual pasa el 6% del tráfico marítimo mundial, ha reducido el número de buques que pueden cruzar diariamente de 40 a 32.