El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prestó juramento para un segundo mandato el sábado, centrándose en la economía y pidiendo a los ciudadanos «apoyo incondicional» mientras el gobierno prescribe una «medicina amarga» para mejorar la estabilidad financiera.
Durante la toma de posesión en el Palacio Nacional de San Salvador, el presidente de 42 años prestó juramento ante una multitud de seguidores. Bukele gobernará otros cinco años con un control casi total del parlamento y otras instituciones estatales después de la importante victoria de su partido Nuevas Ideas en las elecciones legislativas.
Bukele comparó a su gobierno con un médico y al país con un paciente enfermo, e instó a los salvadoreños a defender las decisiones económicas de su administración «con uñas y dientes» y «sin titubeos». El foco del presidente ahora está en la recuperación económica, con desafíos que incluyen una alta deuda gubernamental, precios en rápido aumento y una tasa de pobreza superior al 27 por ciento.
Crítica económica y popularidad
Los expertos advierten que la prolongada luna de miel de Bukele con los votantes puede estar llegando a su fin a medida que las preocupaciones económicas superen las cuestiones de seguridad. A pesar de los altos índices de aprobación debido a sus iniciativas contra las pandillas, las perspectivas económicas siguen siendo preocupantes. La deuda pública ha aumentado a más de 30 mil millones de dólares, o el 84 por ciento del PIB, y se pronostica que el crecimiento se desacelerará al tres por ciento este año desde el 3,5 por ciento en 2023.
En un intento por revitalizar la economía dolarizada y dependiente de las remesas de El Salvador, Bukele convirtió el bitcoin en moneda de curso legal en 2021, una primicia mundial. Invirtió una cantidad no revelada de dinero de los contribuyentes en la criptomoneda a pesar de las advertencias sobre su volatilidad. Desde entonces, el valor del bitcoin ha fluctuado enormemente, cayendo hasta 16.000 dólares antes de alcanzar un máximo histórico de 73.797 dólares en marzo.
Planes económicos futuros
El segundo mandato del presidente probablemente se centrará en cumplir su promesa de un «período de prosperidad» para El Salvador. La aprobación por parte de la legislatura de una reforma que le facilite impulsar cambios constitucionales podría ayudar a implementar estas estrategias económicas de manera más efectiva. Sin embargo, abordar la deuda pública, la inflación y la pobreza será fundamental para sostener el crecimiento y la estabilidad a largo plazo en el país.