Argentina sufre una grave crisis económica, con el aumento de la inflación y la sexta recesión en una década.
Un alto funcionario del FMI dijo que el país no tenía tiempo suficiente para reformas graduales y necesitaba medidas más rápidas para restaurar la confianza en el mercado.
La tasa de inflación anual de Argentina subió al 138%, el nivel más alto de su historia, lo que obligó al banco central a aumentar su tasa de interés 15 puntos porcentuales a 133%, en un esfuerzo por limitar el deterioro de su moneda en peso.
El Fondo Monetario subrayó que la Argentina necesitaba profundas reformas estructurales para hacer frente al déficit presupuestario y la creciente deuda, lo que indicaba que la situación requería una acción mucho más rápida.