El impulso detrás del auge de la minería de litio en Argentina se está acelerando, y se cree que el país está en camino de igualar, y posiblemente superar, a su vecino Chile como el principal productor de litio en América Latina, para 2030, mientras inversores y operadores de todo el mundo luchan por participar en sus prósperos proyectos.
El litio, a veces denominado «oro blanco», por su color claro y su elevado valor de mercado, es un elemento crítico en la transformación de la energía. El litio es el metal más ligero del mundo, y se usa comúnmente en autos eléctricos, teléfonos móviles y baterías recargables en computadoras portátiles.
Analistas de Eurasia Group, una consultora, dicen que la trayectoria de producción de litio de Argentina depende de las próximas elecciones presidenciales, y cómo el resultado afecta las perspectivas macroeconómicas del país.
Agregaron en una nota de investigación: «Los riesgos son altos, y el riesgo no es solo la oportunidad de Argentina para desarrollar una fuerte cadena de suministro de litio, y posiblemente baterías, sino también el progreso realizado en la transformación de la energía global.»
Si se sofoca el auge del litio en Argentina, dificultará los suministros para alimentar la revolución del automóvil eléctrico, especialmente más adelante en la década, cuando los fundamentos de la oferta y la demanda de litio se agudicen.
América Latina actualmente proporciona alrededor del 35% del litio del mundo, según la Agencia Internacional de Energía, con Chile (26%) y Argentina (6%). Se estima que la región contiene más de la mitad de las reservas mundiales de litio, principalmente en Argentina (21%) y Chile (11%). (Agencias)