El gobierno de Argentina está explorando activamente un enfoque simplificado para las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en relación con su programa financiero de $44 mil millones. El Ministro de Economía, Luis Caputo, al hablar con inversionistas en Nueva York, indicó que el país podría combinar sus últimas dos revisiones a nivel de personal en una sola sesión antes de iniciar discusiones sobre un nuevo acuerdo que podría implicar fondos adicionales.
Si bien Caputo no reveló cifras específicas sobre la financiación nueva solicitada, enfatizó la urgencia de las conversaciones, sugiriendo que un nuevo programa podría establecerse en un plazo de tres a seis meses. Sin embargo, señaló que no se ha establecido un cronograma formal para estas negociaciones.
El FMI ha reconocido las discusiones técnicas en curso con funcionarios argentinos, pero el progreso ha sido lento. A principios de este mes, el Director del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdes, se retiró de liderar las negociaciones, un movimiento que siguió a las críticas del presidente Javier Milei sobre las perspectivas de políticas del FMI.
Históricamente, Argentina ha fusionado revisiones del FMI durante períodos de retraso, lo que plantea preguntas sobre si las regulaciones actuales del FMI permitirían tal curso de acción. El país tiene programadas sus últimas dos revisiones en agosto y noviembre, y aunque ha cumplido con sus objetivos fiscales y monetarios bajo el programa actual—una mejora con respecto a administraciones anteriores que no lograron cumplir—permanecen desafíos. En particular, las reservas internacionales netas de Argentina se estiman actualmente en alrededor de -$5 mil millones, lo que complica los esfuerzos para levantar los controles cambiarios y reingresar a los mercados internacionales.
Además de navegar las discusiones con el FMI, Caputo aseguró a los inversionistas que el gobierno ha asegurado fondos para los próximos pagos de intereses de los bonos globales que vencen en enero. Sin embargo, indicó que los pagos del principal aún están bajo revisión, y el gobierno no planea regresar a los mercados de bonos hasta enero de 2026. Además, en respuesta a la disminución de las tasas de inflación, el gobierno planea desacelerar su anclaje cambiario desde la tasa actual del 2%.