El peso colombiano encabezó las pérdidas de las monedas de mercados emergentes el miércoles, afectado por el aumento de riesgos fiscales y la volatilidad en los precios del petróleo, el principal producto de exportación de la nación. La moneda se debilitó hasta un 2% frente al dólar estadounidense, alcanzando su nivel más bajo desde mayo de 2023. Hasta ahora, el peso ha caído más del 14% este año, volviéndose cada vez más vulnerable a los cambios en el sentimiento de riesgo global a medida que el dólar estadounidense se ha fortalecido tras la victoria electoral de Donald Trump, según Andrés Pardo, jefe de estrategia macro para América Latina en XP Investments.
Las preocupaciones sobre la estabilidad fiscal de Colombia han crecido debido a noticias recientes relacionadas con las finanzas gubernamentales. En particular, la empresa de telecomunicaciones Telefónica ganó recientemente un laudo arbitral de $380 millones contra Colombia, lo cual ha incrementado la inquietud sobre la salud fiscal y las obligaciones de deuda del país.
Añadiendo presión, los precios del crudo Brent —esenciales para los ingresos por exportaciones de Colombia— cayeron un 3,6% la semana pasada. Aunque los precios del petróleo se recuperaron ligeramente el miércoles, la disminución ha afectado el desempeño del peso en el mercado de divisas, dado que Colombia depende del petróleo para obtener ingresos del exterior.
El peso logró recuperar algunas pérdidas a media jornada en Nueva York, cotizando a 4.502 por dólar, aunque todavía cerca de un umbral psicológico clave. Los analistas de BBVA señalaron que el peso podría buscar un repunte, especialmente en comparación con otras monedas latinoamericanas como el peso mexicano, que ha experimentado pérdidas menores desde las elecciones en Estados Unidos.