El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado su pronóstico económico para América Latina y el Caribe, proyectando que la economía de la región crecerá un 2,1% este año, una leve mejora respecto a su estimación de julio. Esta actualización, impulsada principalmente por el desempeño económico de Brasil, contrasta con una revisión a la baja para México, destacando las trayectorias divergentes de las dos economías más grandes de la región.
Brasil, que ha experimentado un fuerte consumo privado e inversiones robustas a lo largo de 2024, ahora se espera que crezca un 3,0%. Esto supone una importante revisión al alza respecto al crecimiento del 2,1% proyectado anteriormente en julio. El FMI atribuye las mejores perspectivas para Brasil a varios factores clave, como un mercado laboral ajustado, mayores transferencias gubernamentales y la capacidad del país para resistir las interrupciones climáticas sufridas a principios de año.
Por su parte, la economía de México enfrenta un pronóstico menos optimista. El FMI ahora predice que la economía mexicana crecerá solo un 1,5% en 2024, lo que representa una reducción de 0,7 puntos porcentuales respecto a las estimaciones anteriores. La debilidad de la demanda interna es la razón principal de esta revisión, lo que contrasta fuertemente con el impulso positivo de Brasil.
Las diferentes trayectorias de Brasil y México también han llevado a tendencias inflacionarias contrastantes. Brasil, con su crecimiento más fuerte, se espera que mantenga una política monetaria estricta para controlar la inflación. En cambio, México podría empezar a relajar las tasas de interés a medida que su economía se enfríe.
Argentina, otra gran economía de la región, se prevé que se contraiga un 3,5% este año, según el FMI. Esto supone una contracción más profunda en comparación con la caída del 1,6% en 2023. No obstante, el FMI sigue siendo optimista sobre las perspectivas a largo plazo de Argentina, pronosticando una recuperación sustancial con un crecimiento del 5,0% para 2025.
En general, la estabilidad económica parece ser la tendencia dominante en América Latina y el Caribe. Se espera que el crecimiento del PIB de la región se mantenga cercano al 2,2% registrado en 2023. De cara al futuro, el FMI pronostica una modesta aceleración hasta el 2,5% para 2025, a medida que las economías de la región encuentran su equilibrio tras un año de desempeño mixto.
Este pronóstico actualizado, reportado por Reuters, subraya tanto la resistencia como los desafíos continuos que enfrentan las economías de América Latina y el Caribe mientras navegan por las incertidumbres económicas globales.