El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado una desaceleración en el crecimiento económico de México, proyectando una modesta expansión de alrededor del 1.5% en 2024, citando limitaciones de capacidad y una política monetaria estricta. Según un informe de Reuters, el FMI espera que el crecimiento se desacelere aún más al 1.3% en 2025 para la segunda economía más grande de América Latina, mientras la inflación se acerca al objetivo del 3% del banco central.
El banco central de México, Banxico, recientemente redujo su tasa de interés de referencia al 10.5% en una decisión dividida, reflejando las expectativas de una menor inflación. Sin embargo, las actas de la reunión revelaron preocupaciones de que los riesgos inflacionarios siguen siendo elevados. El FMI reiteró estos sentimientos, destacando posibles desafíos como un menor rendimiento económico en Estados Unidos, mayor aversión al riesgo global y los impactos imprevistos de las recientes reformas en México.
A pesar de estas preocupaciones, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó confianza en la fortaleza de la economía de México, subrayando el crecimiento esperado en la producción agrícola para el próximo año. También minimizó las preocupaciones del FMI sobre las recientes reformas constitucionales, asegurando que ninguna de ellas obstaculizaría la inversión en el país. Las reformas, que incluyen cambios en el sistema judicial, como la elección popular de jueces y magistrados, han generado controversia, suscitando preocupaciones entre los principales socios comerciales como Estados Unidos y Canadá, así como protestas dentro del sistema judicial mexicano.
Sin embargo, el FMI advirtió que la reforma judicial podría generar incertidumbres en cuanto a la aplicación de contratos y la previsibilidad del estado de derecho, lo que plantea riesgos para el clima de inversión. Estas preocupaciones surgen en un momento en que las perspectivas económicas de México están estrechamente vinculadas a su relación con los principales socios comerciales.