En un giro sorprendente, el gobierno central de Brasil reportó un déficit primario presupuestario de 9.283 millones de reales ($1.66 mil millones) para julio, superando las previsiones de los economistas. Los datos oficiales publicados el jueves revelaron un desfase mayor al pronosticado de 8.8 mil millones de reales.
A pesar de un notable aumento del 9.5% en los ingresos netos, que alcanzaron los 183.5 mil millones de reales en términos reales, el gasto gubernamental superó el crecimiento de los ingresos. Los gastos de julio totalizaron 192.8 mil millones de reales, marcando una reducción del 6% respecto a los niveles anteriores, pero aún superando las entradas de ingresos.
El desequilibrio fiscal para el período de 12 meses que finaliza en julio alcanzó los 233.3 mil millones de reales, equivalentes al 2.04% del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil. Esta cifra sigue estando significativamente por encima del ambicioso objetivo del gobierno de eliminar el déficit en el transcurso del año. El objetivo permite un margen de tolerancia del 0.25% del PIB, lo que se traduce en un límite superior de aproximadamente 29 mil millones de reales para el déficit anual.
El Secretario de Hacienda, Rogério Ceron, se dirigió a los medios, atribuyendo el déficit actual a una acumulación intencional de gastos en los primeros meses del año. Ceron indicó que se espera una mejora en el panorama financiero, con los ingresos fiscales de agosto mostrando una fortaleza prometedora.
De cara al futuro, Ceron insinuó posibles nuevas medidas de ingresos, que podrían ser introducidas en el próximo informe bimensual de ingresos y gastos más adelante este mes. Estas medidas tienen como objetivo dirigir el déficit hacia los objetivos fiscales del gobierno para el año.