La administración del presidente Javier Milei ha introducido estrictas medidas de austeridad destinadas a revitalizar la economía en dificultades de Argentina. Sin embargo, el impacto inmediato ha sido severo, empujando al país a una recesión en el primer trimestre del mandato de Milei.
Según datos oficiales del gobierno publicados el lunes, el producto interno bruto (PIB) de Argentina cayó un 2,6% en comparación con el cuarto trimestre de 2023. Año tras año, la actividad económica se contrajo un 5,1%, ligeramente mejor que la estimación mediana de 5,3. % de caída pronosticada por los economistas encuestados por Bloomberg. Esta desaceleración sigue a una contracción trimestral del 2,5% en los últimos tres meses de 2023.
Los primeros meses de la administración de Milei han estado marcados por fuertes recortes a las pensiones reales y a los salarios del sector público, junto con una suspensión de los proyectos de infraestructura pública. Al asumir el cargo en diciembre, Milei devaluó el peso en más del 50% y eliminó cientos de controles de precios. Como resultado, los salarios reales cayeron un 17% de noviembre a marzo, lo que provocó una caída del 10% en las ventas de los supermercados durante el mismo período.
Sectores clave como la construcción, la manufactura y el comercio minorista han experimentado caídas significativas, parcialmente compensadas por ganancias en la agricultura y la minería. El gasto de capital, un indicador de la inversión, cayó un 23,4% respecto al año anterior y las ventas minoristas cayeron un 8,7%. El desempleo también aumentó hasta el 7,7%, frente al 5,7% del trimestre anterior.
A pesar de la dolorosa contracción, el gobierno ha reportado cinco superávits presupuestarios mensuales consecutivos y una reducción más rápida de lo esperado de la inflación mensual, que disminuyó del 25,5% en diciembre al 4,2% en mayo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa una posible estabilización de la actividad para abril, respaldada por un repunte del crédito privado y el consumo de cemento, un repunte de la producción agrícola después de la sequía del año pasado y una mayor confianza de los consumidores, según su último informe sobre Argentina.
Economistas y expertos financieros están analizando de cerca la situación, ofreciendo ideas sobre posibles escenarios futuros para la economía argentina. Las proyecciones de los economistas encuestados por el banco central sugieren que el PIB caerá un 3,8% este año, seguido de un crecimiento del 3,4% en 2025. La legislación distintiva de Milei, que se espera obtenga la aprobación final en la cámara baja a finales de esta semana, pretende contribuir significativamente a la recuperación económica relajando las leyes laborales, desregulando el sector energético e incentivando grandes inversiones extranjeras a través de exenciones fiscales.
Mientras Argentina lidia con los efectos de estas rigurosas políticas de austeridad, los próximos meses serán cruciales para determinar la trayectoria económica del país. Monitorear los indicadores económicos y los posibles ajustes gubernamentales será esencial para comprender cómo estas medidas remodelarán en última instancia el panorama económico de Argentina.