Un estudio reciente publicado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ha destacado una caída significativa en las ventas minoristas dentro de Argentina. Según el informe, ha habido una disminución del 25,5% en las ventas minoristas a precios constantes en comparación con el año anterior, con una asombrosa caída del 27% observada durante los primeros dos meses de 2024. Estos hallazgos, reportados desde Buenos Aires, pintan un panorama preocupante. imagen del panorama económico del país.
El índice de ventas minoristas de las PYME, como se menciona en el estudio, también indica un retroceso notable del 7,4% respecto de enero, tras una disminución mensual del 6,4% registrada anteriormente. Febrero, en particular, fue descrito como “un mes para olvidar”, con días consecutivos sin que se registraran ventas. El documento atribuye además esta disminución a que los gastos de los hogares superan los ingresos, exacerbados por los gastos de vacaciones que agotan el excedente de dinero.
Los retrasos en las entregas de mercancías han agravado el problema, generando dificultades para mantener niveles adecuados de existencias. Esto, sumado a las limitaciones de liquidez, ha llevado a las empresas a realizar menos pedidos y de menor tamaño a los proveedores.
A pesar de la caída general, en febrero se registró una disminución relativa de la incertidumbre sobre los precios en comparación con meses anteriores, incluidos noviembre, diciembre y enero.
Al analizar sectores específicos, el estudio revela una marcada desaceleración en varias industrias. Las ventas de alimentos y bebidas experimentaron una importante caída anual del 33,3% en febrero, con una caída correspondiente del 35,2% durante los dos primeros meses del año en comparación con 2023. De manera similar, las ventas farmacéuticas se desplomaron un 39% interanual, mientras que las ventas de perfumería cayeron una asombrosa disminución del 40,9% durante el mismo período.
Por el contrario, las ventas de textiles y prendas de vestir experimentaron un modesto aumento anual del 3,5% en febrero, aunque con una ligera disminución del 3,2% en la comparación intermensual.
En general, los datos retratan un entorno económico desafiante caracterizado por una disminución del gasto de los consumidores y perturbaciones en la cadena de suministro. Estas tendencias subrayan la necesidad apremiante de estrategias efectivas para revitalizar la actividad minorista y estimular la recuperación económica en Argentina.