Según un estudio reciente realizado por el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (SEBRAE), las pequeñas empresas representaron 8 de cada 10 empleos creados en 2023. El estudio, basado en datos del Registro General de Empleados y Desempleados (Caged), reveló que las pequeñas empresas jugaron un papel significativo en la creación de empleo por tercer año consecutivo.
De un total de 1.48 millones de empleos nuevos generados en el país el año pasado, las pequeñas empresas fueron responsables de 1.18 millones de ellos, equivalente al 80.1%. Por otro lado, las empresas medianas y grandes (EMG) crearon 209,990 empleos, lo que representa el 14.2% del total.
Las estadísticas indican la contribución vital de las pequeñas empresas al crecimiento del empleo en Brasil. Durante los últimos tres años, estas empresas han sido constantemente los principales impulsores de nuevas oportunidades laborales. Esta tendencia resalta la capacidad de recuperación y la importancia de las pequeñas empresas en la economía del país.
Los datos subrayan la importancia de fomentar un ecosistema empresarial que apoye el crecimiento y desarrollo de las pequeñas empresas. Estas empresas desempeñan un papel crucial en la creación de empleo, impulsando el crecimiento económico y contribuyendo a la prosperidad general de la nación.
Los resultados de este estudio animan a los responsables de la toma de decisiones a seguir implementando estrategias que promuevan y faciliten el establecimiento y expansión de pequeñas empresas. Esto incluye brindar opciones de financiamiento accesibles, ofrecer programas de capacitación y mentoría empresarial y reducir las barreras burocráticas.
Las pequeñas empresas suelen ser consideradas el motor de la economía, ya que brindan oportunidades de empleo, contribuyen a la innovación y fomentan la competencia. Reconociendo su importancia, es esencial crear un entorno propicio que empodere a estas empresas para prosperar.
A medida que Brasil avanza, los formuladores de políticas y las partes interesadas deben dar prioridad a las políticas y las iniciativas que fomenten el crecimiento y el éxito de las pequeñas empresas. Al hacerlo, pueden garantizar una economía sólida y dinámica que beneficie a todos los sectores de la sociedad.