La medida del presidente Javier Milei de permitir la ejecución de contratos en cualquier moneda podría llevar a la autorización de acuerdos comerciales en criptomonedas digitales.
Las autoridades creen que los argentinos ya tienen alrededor de 100 mil millones de dólares en criptomonedas no declaradas, una cifra que coincide con las estimaciones de un creciente número de firmas de consultoría especializadas en activos digitales.
El decreto de emergencia DNU del presidente Milei ya ha autorizado la ejecución de contratos en cualquier moneda. Esa posibilidad no solo permite la recolección y el pago en dólares estadounidenses, sino que también allana el camino para acuerdos en criptomonedas.
Sin embargo, para llevar a cabo tales acuerdos, los activos digitales deben ser previamente declarados ante la agencia tributaria AFIP. Y ahí radica un gran problema: la mayoría de los criptoactivos no están registrados o registrados ante las autoridades en Argentina.
Miles de profesionales que ofrecen servicios en el extranjero, la mayoría de ellos vinculados al mundo de la programación y tecnología, se encuentran en esa área incierta. Según varios expertos de consultorías de opinión pública, muchos de estos profesionales votaron por Milei.
Muchos profesionales reciben pagos a través de plataformas donde el dinero no se declara a la AFIP, mediante cuentas abiertas a través de empresas como Payoneer Global Inc, una compañía estadounidense de servicios financieros que ofrece transferencia de dinero en línea y servicios de pago digital (estos días, la empresa está siendo objeto de titulares no deseados debido a la enorme estafa cometida contra muchos de sus clientes argentinos y en otros países por supuestos hackers).
Para poder utilizar esas criptomonedas, los ciudadanos deben declararlas, declarar las tasas de compra y ganancia, y pagar los correspondientes impuestos sobre los activos personales y sobre los ingresos. Esto es lo que el gobierno de Milei está contando: el blanqueo masivo de riquezas previamente no declaradas generaría grandes ingresos fiscales.
Pablo Reyes, CEO de la billetera de criptomonedas SaldoAr, advirtió que aquellos que deseen disfrutar de los beneficios que brindan las criptomonedas deberán ampliar su responsabilidad con claridad en un sector caracterizado por la informalidad.
En concordancia con las autoridades argentinas, Reyes estima que los ciudadanos poseen más de US$100 mil millones en criptomonedas no declaradas para pagar impuestos.
La Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, afirma que los argentinos ya pueden celebrar contratos de criptomonedas. Según Manuel Beaudroit, CEO de la aplicación Belo, «permitir la firma de contratos en otras monedas brinda más certeza, flexibilidad y apertura» a las empresas y trabajadores.
La medida del gobierno ha sido interpretada como un fuerte respaldo hacia los activos digitales. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, antes de pagar un salario o pagar por un servicio en criptomonedas, es necesario justificar el origen de los fondos ante las autoridades.
«Las criptomonedas son simplemente otro activo en la economía y están reconocidas en las leyes fiscales. Las regulaciones del impuesto sobre la renta incluyen en la segunda categoría cualquier ingreso proporcionado por las criptomonedas», advirtió Félix Rolando, experto fiscal y socio de la firma consultora Andersen. «Incluso hay una opinión de AFIP de 2022 que sostiene que el tratamiento que se debe dar a las criptomonedas dentro de los activos personales es como un instrumento financiero. Las personas tienen la obligación de declararlo».
Otro tema a tener en cuenta es que las regulaciones internacionales contra el lavado de dinero tienen en cuenta las criptomonedas, en la medida en que diversos organismos nacionales, continentales y globales pueden requerir que las plataformas y los intercambios de criptomonedas cumplan con ciertos estándares de prevención del delito.
Estas regulaciones exigen la recopilación de información sobre remitentes y destinatarios de transacciones de criptomonedas, así como los poseedores de billeteras o monederos virtuales de criptomonedas.
Como Milei insistió en la campaña electoral, y como ha quedado demostrado por el sistema financiero durante décadas, los argentinos ahorran y piensan en cualquier moneda que no sea el peso, porque a lo largo de la historia la inflación se ha llevado sus ahorros y, en muchos casos, sus ahorros de toda la vida.
En ese contexto, es un fenómeno que ha aumentado considerablemente en los últimos años, Argentina ya se encuentra entre los diez países con mayor interés y tenencia de criptomonedas, y también es la tercera nación con más dólares por habitante después del propio impresor, Estados Unidos, y Rusia, según datos de organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional.