El saldo comercial de Argentina se invirtió en diciembre después de la fuerte devaluación del peso por parte del gobierno del presidente Javier Milei.
El país registró una tendencia negativa casi en todo el año 2023, cerrando el año con un déficit anual de US$6.926 millones, según informó el jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El 13 de diciembre, el gobierno del presidente Javier Milei devaluó el peso en más del 50 por ciento, lo que impulsó fuertemente las exportaciones en el último mes del año, resultando en un superávit de 1.018 billones de dólares estadounidenses.
Impulsadas principalmente por las ventas en el sector agroindustrial, las exportaciones de Argentina en diciembre ascendieron a 5.273 millones de dólares estadounidenses (todavía un 13,8 por ciento menos que en el mismo mes de 2022) e importaron por un valor de 4.255 millones de dólares estadounidenses (un 15,2 por ciento menos).
Febrero había sido el último mes del 2023 con superávit comercial, bajo un sistema de control de cambios y de importaciones que el Gobierno de Milei ha comenzado a flexibilizar más.
Durante todo el año 2023, Argentina registró ventas en el extranjero por un total de 66.788 millones de dólares estadounidenses, lo cual representa una disminución del 24.5 por ciento en comparación con el año 2022. Esta caída se debió a una sequía que golpeó duramente al sector agrícola y restó un 3 por ciento al PIB, según el gobierno previo. Por otro lado, las importaciones ascendieron a 73.714 millones de dólares estadounidenses, lo cual representa una reducción del 9.6 por ciento.
La devaluación afectó el aumento de las exportaciones y, a su vez, la compra de moneda extranjera por parte del Banco Central, cuyas reservas debilitadas alcanzaron los US$24.3 mil millones, unos US$5 mil millones acumulados durante el nuevo gobierno.
Según un informe del Banco Central, la proyección del balance comercial argentino para 2024 es un superávit en los próximos años, «basado en un balance esperado de 22.4 mil millones de dólares para 2024, hasta que se alcance un exceso cercano a los 41.8 mil millones de dólares para 2030».
Siguiendo esa tendencia, la nueva red de oleoductos y gasoductos, tanto ya construidos como en proceso de construcción, será determinante, ya que contribuirán a sustituir las importaciones y ayudarán a pasar de los estimados 10.4 millones de dólares en exportaciones de combustible a 36.7 mil millones de dólares en 2030, añadió el documento.
– TIMES/AFP