Venezuela, país que suele enfrentar una inflación récord, terminó el año 2023 con un aumento del 189,8 por ciento en los precios del bolívar, una desaceleración en comparación con el 234 por ciento del año anterior, según informó el Banco Central el viernes.
La publicación de datos por parte de la institución monetaria en Caracas indica que Argentina registró la inflación más alta de América Latina el año pasado.
Venezuela, cuya economía está casi completamente dolarizada después de años de recesión e hiperinflación, la cual alcanzó el 686 por ciento en 2021, está enfrentando una de las peores crisis de inflación en el mundo.
Sacudido por una grave crisis económica, el país presenció una contracción del 80 por ciento en su PIB entre 2013 y 2021.
Esa cifra del Banco Central es similar a las estimaciones de organizaciones privadas, como el Observatorio Financiero Venezolano (OVF), que predijo una inflación del 193 por ciento en su moneda, el bolívar.
El OVF atribuyó la desaceleración a una menor depreciación del bolívar y una política de «reducción de salarios», ya que los salarios no han aumentado desde mayo de 2022.
En 2018, el gobierno venezolano también intentó apostar por las criptomonedas, en parte debido a la inflación pero también debido al embargo de Estados Unidos sobre el petróleo. Sin embargo, el «Petro», la criptomoneda estatal, desaparecerá el 15 de enero tras lo que se percibe como un fracaso de la moneda y un escándalo de corrupción.
El único consuelo para Venezuela en la actualidad es que ha cedido el título de la peor inflación en 2023 a Argentina, la cual cerró con un aumento de los precios en pesos del 211 por ciento, después de la lenta caída de su propia moneda y un movimiento del nuevo presidente, Javier Milei, de devaluarla en otro 50 por ciento después de asumir el cargo en diciembre.
– TIMES/AFP