El anuncio de una moratoria sobre las licencias de petróleo y gas en Colombia provocó un amplio debate entre expertos y especialistas dentro de los mercados de energía de América Latina; entre dar la bienvenida por razones ambientales y reservarse por razones objetivas y preocupaciones futuras.
Un informe analítico reciente, visto por la Unidad de Investigación Energética, planteó preocupaciones generalizadas sobre la débil capacidad del país para satisfacer la demanda interna de energía en las próximas décadas.
El informe, de la firma de investigación energética Wood McKenzie, encontró que la decisión de suspender las licencias de petróleo y gas de Colombia era prematura y colocó al país en un estado de incertidumbre sobre la seguridad energética a largo plazo.
Durante la versión del Foro Económico Mundial de Davos (enero de 2023), el Gobierno reafirmó su compromiso de alejarse de los combustibles fósiles descontinuando las licencias de petróleo y gas en Colombia.
El gobierno colombiano cree que los descubrimientos nacionales actuales pueden hacerlo autosuficiente del gas, ayudando a centrarse en acelerar la transformación energética y reducir las emisiones, pero esta creencia es inexacta y omite una serie de riesgos, según el informe de Wood McKenzie.