Bolivia es un país rico en recursos naturales, pero se estima que solo el 10% de sus minerales han sido extraídos hasta ahora.
En 2018, Bolivia aumentó su producción de zinc, oro, plata, plomo, antimonio, tungsteno y silicato de litio. El sector privado es el principal productor de minerales en Bolivia y se estima que aporta alrededor del 57% del valor mineral. Bolivia produjo minerales de enero a septiembre de 2018.
Si bien reconoce la importancia de la contribución del sector privado a la industria minera, el Gobierno boliviano se esfuerza por atraer a inversores internacionales para que exploren sus minerales mediante la firma de importantes acuerdos con empresas extranjeras.
Entre las empresas extranjeras que aprovechan las oportunidades en el sector minero de Bolivia se encuentra la canadiense «Eloro Resources», que lleva a cabo trabajos de exploración y desarrollo de 4 años en una de las áreas multiminerales.
- El oro y la plata tienen un tremendo valor como medio de intercambio y un depósito de valor, lo que los convierte en fuentes confiables de ingresos.
- En general, los precios del oro y la plata suben durante períodos de tensas relaciones y negociaciones entre los líderes mundiales, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que hace que los precios del oro y la plata aumenten como refugios seguros.
- Hablando de Bolivia, los proyectos de exploración minera exploran más áreas minerales de lo esperado, mejorando así la posición de Bolivia como un destino atractivo para la inversión extranjera y los negocios.
- Bolivia tiene la mayor colección de minas de sal del mundo, Salar de Oyoni, ubicado en el suroeste del país, con una altura de más de 3.650 metros, y ha estado seco durante miles de años.
- 10 miles de metros cuadrados de tierra blanca, que consiste en una corteza gruesa en la que nada crece: aquí es donde se encuentran las enormes reservas de litio de Bolivia, cuya cantidad aún es difícil de cuantificar.
En el contexto relevante, cuando se trata de minerales importantes, el mundo puede enfrentar una escasez de litio a medida que aumenta la demanda. Algunos analistas predicen que podría suceder en 2025, mientras que otros ven un largo período de tiempo antes de que este déficit llegue.
«Entre 2023 y 2032, se espera que la demanda de litio de China para los vehículos eléctricos crezca un 20,4% anual», dijo el informe.
La producción mundial de litio en 2021 ha alcanzado los 54 millones de toneladas, y el Foro Económico Mundial prevé que para 2030 la demanda mundial alcanzará más de 300 millones de toneladas.