La crisis de escasez de combustible de Brasil ha resurgido con varias estaciones de servicio que declaran interrupciones en el suministro, lo que el gobierno enfrenta en negación.
Las autoridades de la economía más grande de América Latina han negado cualquier crisis de suministro de combustible, según Reuters, el sábado 12 de agosto (2023).
En contraste, los actores del mercado energético brasileño acusan a la estatal Petrobras de adoptar una nueva política de precios del combustible que no depende principalmente de la oferta y la demanda en el mercado global.
Consideran que esta política ha impedido el movimiento de las importaciones; la crisis de escasez de combustible de Brasil ha vuelto a la escena, según la plataforma energética especializada.
El viernes 11 de agosto de 2023, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexander Silvera, dijo que estaba «absolutamente seguro» de que la mayor economía de América Latina no tenía escasez de combustible.